Nariz:
fresco, limpio, con fragancias mediterráneas que recuerdan al campo y la huerta.
Boca:
fino y equilibrado, con notas herbáceas, toques especiados y un ligero toque ácido o cítrico; sin amargor excesivo.
Maridaje:
perfecto solo, ideal con una copa de vermú blanco o un vino blanco seco. combina bien con quesos suaves, encurtidos, tostadas o embutidos. o para ensaladas gourmet, tartares frescos o recetas mediterráneas de inspiración campestre.