TERRA ALTA

La Denominación de Origen Terra Alta, arraigada en la región más meridional de Cataluña, entre el río Ebro y las tierras del Matarraña en Aragón, es un verdadero tesoro vinícola con una historia milenaria que se remonta al siglo XIII, cuando los Templarios cultivaban la viña en estas tierras.

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La Denominación de Origen Terra Alta, arraigada en la región más meridional de Cataluña, entre el río Ebro y las tierras del Matarraña en Aragón, es un verdadero tesoro vinícola con una historia milenaria que se remonta al siglo XIII, cuando los Templarios cultivaban la viña en estas tierras. Su paisaje espectacular, con viñedos que se elevan hasta los 500 metros sobre el nivel del mar, refleja la influencia mediterránea que marca el carácter único de sus vinos.

La pasión, humildad y esfuerzo de los 1,400 viticultores que cultivan alrededor de 5,500 hectáreas de viñedos en la DO Terra Alta definen la verdadera esencia de esta región. Con variedades emblemáticas como la Garnacha en sus diferentes variantes (blanca, tinta y peluda), junto con Macabeo, Parellada y Cariñena, Terra Alta ofrece vinos finos y distintivos que destacan por su fuerza y carácter.

Las variedades autorizadas, predominantemente Garnacha en sus diversas cepas, junto con Macabeo, Parellada y Cariñena, permiten la elaboración de vinos tranquilos blancos, tintos y rosados, así como vinos de licor de alta calidad, como la mistela blanca y tinta, vino dulce natural, vino rancio y vino espumoso.

La historia de la Denominación de Origen Terra Alta se entrelaza con la de Cataluña, con raíces que se remontan a la época de los romanos y que se han perpetuado a lo largo del tiempo. En el siglo XX, la creación de cooperativas agrícolas impulsó la producción vinícola, y en 1982 se estableció la denominación de origen y su consejo regulador en la población de Gandesa.

El paisaje único de la DO Terra Alta, caracterizado por cordilleras calizas, pequeños ríos y suelos agrícolas con influencia mediterránea, crea las condiciones ideales para el cultivo de la vid. Los suelos ricos en caliza y bien drenados, junto con un clima mediterráneo de interior con veranos cálidos e inviernos fríos, otorgan a los vinos de Terra Alta su carácter distintivo.

La garnacha blanca, la variedad emblemática de la región, alcanza su máximo esplendor en estas tierras, ofreciendo vinos blancos frescos y equilibrados con notas aromáticas y matices únicos. Los vinos tintos de Terra Alta son rotundos, con un color rubí intenso y aromas mediterráneos de frutas. Además, se elaboran vinos dulces naturales, mistelas y vinos rancios, que reflejan la autenticidad y la tradición de la región.

Descubre la esencia de la Denominación de Origen Terra Alta a través de sus vinos excepcionales, que reflejan la pasión y el compromiso de sus viticultores con la calidad y la excelencia.