La región vinícola del Priorat, situada en la provincia de Tarragona, tiene su origen en la labor de los monjes cartujanos de Scala Dei en el siglo XII. La compleja orografía de la zona, marcada por la pizarra del suelo llamada llicorella, confiere a sus vinos un carácter mineral distintivo.
En las últimas décadas del siglo pasado, el Priorat experimentó una transformación espectacular en términos de calidad vinícola, elevándose hasta convertirse en una denominación de origen calificada en el año 2000, siendo la segunda en España en lograr esta distinción.
Geográficamente, la región del Priorat se enmarca entre las sierras de Montsant, La Figuera y Molló, con el río Siurana como arteria principal. Este territorio alberga diez municipios donde se concentran los viñedos, siendo Scala Dei el punto histórico de partida de la viticultura en la zona.
La historia del Priorat está marcada por la legendaria Cartoixa de Scala Dei, donde los monjes cartujos iniciaron la tradición vitivinícola en el siglo XII. Aunque la filoxera y la industrialización afectaron al viñedo, la determinación de los agricultores locales y el espíritu visionario de los pioneros del siglo XX revitalizaron la región.
La DOQ Priorat es reconocida por la calidad de sus vinos tintos, destacando la uva cariñena como protagonista, junto con la garnacha tinta. Los suelos pizarrosos y el clima continental proporcionan un entorno exigente pero ideal para producir vinos de carácter intenso y complejo.
El viñedo prioratino se encuentra en altitudes que van desde los 100 hasta los 700 metros, en un entorno volcánico con suelos de llicorella y un clima de contrastes marcados entre veranos cálidos y secos y inviernos frescos. Esta combinación única de terroir y clima confiere a los vinos del Priorat su carácter inigualable, transmitiendo la esencia de la región en cada botella.