Selección y amor, dos palabras que se convirtieron en la Biblia de los vinos que Rafael López de Heredia decidió elaborar tras ser aconsejado por bodegueros del Medoc y negociantes franceses que residían en Haro.
Una máxima que en la bodega R. López de Heredia Viña Tondonia han estado predicando durante más de un siglo. Más de cien años tras los cuales López de Heredia sigue siendo una bodega unifamiliar, gestionada ya por cuatro generaciones que continúan manteniendo los valores promovidos por su fundador.
Situada en la mítica ciudad de Haro, capital de La Rioja Alta, López de Heredia es una de las bodegas más antiguas de la comarca. De hecho está entre las tres primeras de Rioja. Cuando se penetra en el laberinto de las bodegas, construidas con recios sillares que se asientan sobre roca horadada por doquier, en formación de calados y naves subterráneas, impresiona la solidez y grandiosidad de un conjunto arquitectónico que ha merecido la denominación de "Catedral del Vino".
Don Rafael decidió perforar el calado para obtener un espacio subterráneo donde apilar las barricas en las que comienza la crianza de sus vinos. Esos calados llegan hasta los 200 metros de largo y están situados a más de 10 metros de profundidad, perforados en el corazón de un colosal bloque de piedra arenisca, a cuyos lados se prolongan hileras interminables de barricas (12.900 de origen bordelés se guardan en sus entrañas).
Mención singular merecen las 72 tinas de madera de roble de las más diversas procedencias (cántabro, bosnio, de Allier, norteamericano, etc.) construidas en capacidades de 60, 100, 200, 480 y hasta 640 hectolitros, que son las de mayor capacidad. La madera de roble juega un importante papel en esta casa, ya que tanto las fermentaciones como la crianza de sus vinos se hacen en estos recipientes por procedimientos totalmente naturales y artesanos.
Don Rafael López de Heredia sabía que no se podía hacer buen vino sin tener viña propia. Por ello, entre 1913 y 1914 se llevó a cabo la que sería una de las plantaciones más espectaculares de Haro: la Viña Tondonia, que, dicho sea de paso, ha dado origen al vino más conocido de esta centenaria bodega.
Tondonia es una viña muy especial. Situada en el extremo norte, ocupa un meandro del Ebro y forma una península. Es una especie de colina en la que confluyen todas las orientaciones, con muchos tipos de tierra, desde aluvial (cerca de la ribera del río), hasta arcillo-calcárea, (con mucha grava y cantos rodados) y en la que se cultivan variedades típicamente riojanas: Tempranillo, Garnacha, Graciano, Mazuelo, Viura y Malvasía.
López de Heredia posee otros tres viñedos enclavados en la zona alta de la Rioja – beneficiándose de su microclima de neta influencia atlántica– denominados Viña Cubillo, Viña Bosconia y Viña Zaconia. Estas plantaciones están hechas en proporciones adecuadas para que la calidad se origine desde las viñas.