Vista:
Color amarillo pálido con reflejos verdosos, brillante y limpio.
Nariz:
En nariz, es sutil, con toques discretos de frutas como manzana verde y limón, que se entrelazan con matices herbáceos.
Boca:
En boca, su ligereza y perfil limpio lo hacen un vino directo y fácil de beber, destacando por su pureza y la nitidez de sus sabores frutales. Un blanco que refleja claridad y precisión en cada sorbo.
Consumo:
Aunque es accesible en su juventud, este Albariño tiene un gran potencial de evolución en botella durante los próximos 5 a 10 años, desarrollando mayor complejidad y profundid
Maridaje:
Ideal para acompañar mariscos frescos, pescados blancos a la plancha y platos con salsas cítricas o a base de hierbas, resaltando su carácter salino y mineral.