El cava, con su elegancia efervescente y su exquisito sabor, ha sido un símbolo de celebración y alegría durante generaciones en España y más allá. Su origen se remonta a la región de Cataluña, donde se descubrió la técnica de la segunda fermentación en botella que da vida a este vino espumoso único.
El proceso de elaboración del cava comienza con la selección de las variedades de uva adecuadas, como Macabeo, Xarel·lo y Parrellada. Estas uvas se cosechan a mano con cuidado y se prensan suavemente para extraer el mosto que se convertirá en cava. Después de la fermentación inicial, el vino se embotella con una mezcla especial de levaduras y azúcar, y se sella para iniciar la segunda fermentación en la botella. Durante este tiempo, el cava desarrolla sus finas burbujas y complejos aromas.
Una vez completada la fermentación en botella, el cava se somete a un proceso de envejecimiento en las cavas subterráneas, donde reposa durante un período mínimo de nueve meses hasta varios años, dependiendo del estilo y la calidad deseada. Este proceso de envejecimiento añade profundidad y complejidad al cava, creando una bebida efervescente que combina frescura y carácter.
El cava es un vino versátil que se adapta a cualquier ocasión, desde celebraciones festivas hasta momentos cotidianos de disfrute. Su frescura y vivacidad lo convierten en el acompañante perfecto para aperitivos, mariscos, platos de pescado y postres.
Cada botella de cava es una expresión única del terruño y la maestría de los enólogos que lo elaboran. Sumérgete en la fascinante historia y el delicioso sabor del cava y descubre la magia efervescente que tiene para ofrecer.